Los alumnos de 1º de ESO dan la vuelta al mundo en ochenta clics: actividad de familiarización de usuarios en la Biblioteca municipal Antonio Durán Gudiol

      Del pasado 30 de enero al 4 de febrero los distintos grupos de 1º de ESO del IES Lucas Mallada visitaron la Biblioteca municipal Antonio Durán Gudiol. Esta institución está muy próxima a nuestro instituto y ya nos ha acogido en ocasiones precedentes, por lo que volvía a resultar ideal para que nuestros nuevos estudiantes pudieran familiarizarse con lo que supone y ofrece ser usuario de una biblioteca pública.

     En sucesivas tandas, los alumnos de 1º A, B, C y PAB acudieron a dicho centro municipal, acompañados por sus correspondientes profesores (Pedro Rubio y Jessica Marco, Esther Ortas y Jessica Marco, Natalia Martínez y Begoña Luna, y Natalia Lorenzo, respectivamente). Allí nuestros chicos pudieron disfrutar no ya de una simple visita guiada, sino de toda una actividad interactiva que habían preparado las bibliotecarias responsables, Laura Arnal y Olga López. En ese contexto, el recorrido por la Biblioteca fue más una expedición y una aventura de descubrimiento que una mera visita. Por un lado, los alumnos exploraron los diversos espacios y aprendieron qué podían encontrar en ellos y cómo podían hallar en concreto documentos de su interés. A continuación, participaron en una yincana titulada “La vuelta al mundo en 80 clics” en la que, a partir de determinados elementos relacionados con la novela La vuelta al mundo en ochenta días y su autor, Julio Verne, debían investigar tanto en el sitio web de la Biblioteca como en su catálogo y estanterías y en internet para obtener una serie de informaciones y localizar diversos documentos. Cada vez que superaban una prueba, ganaban un sello que acreditaba su consecución y, al final y después de haber pasado por el canal de Suez, Calcuta o Londres y por varias aduanas, cada uno logró tener completamente sellado su pasaporte.

De esta manera lúdica, quienes ya tenían el carné de la Biblioteca conocieron nuevas posibilidades para utilizarla y los que no eran usuarios de ella se familiarizaron con sus servicios y recursos básicos. Al final de cada sesión, las bibliotecarias tendían además un puente hacia las posibilidades de animación, participación e interconexión a través de blogs –como Bibliojoven- y redes sociales.

        Ojalá esta actividad complementaria, que resultó provechosa y entretenida, sea uno de los primeros pasos para que nuestros estudiantes lleguen a animarse a emprender y mantener esa absoluta aventura estimulante que supone recorrer los distintos itinerarios de la Biblioteca con mayúsculas.

Nos encontramos en la próxima estantería.